EL HUERTO MALDITO Y LA MINA DE GÖRHUND
La Mina de Görhund |
En la última sesión de juego con mi hija, me propuse hacer uso de esa magnífica aventura creada por +Eneko Menica. Apenas me la había leído, pero no hacia falta por su formato aleatorio. La aventura la mina de Görhund permite un sinfín de combinaciones y eso la hace perfecta, con sólo mirar un momento el mapa del nivel 0, ya me hice una idea de donde se encontraba y el porque de su abandono. Cada una de las estancias tenía varias opciones de contenido que podían ser elegidas de forma aleatoria o directa, de muy fácil lectura y que me facilitaron el juego con mi hija.
Las habitaciones son nítidas y se aprecian bien los detalles, incluso para los más pequeños, ya que le mostré el mapa y lo reproducimos con las fichas de tablero del Warhammer Fantasy (o lo que queda de él).
Aunque Anna me preguntaba porque las habitaciones eran distintas a las del dibujo... ya veo que tendré que hacer fichas de mapas con cartón y sin dibujos para evitar confundirla.
Pero me estoy avanzando mucho y lo mejor es narrar el principio de la historia.
Todo empezó con...
"El huerto maldito"
El personaje de Anna, la maga Ariana hacía días que había regresado de su primera aventura en la "Mina de las chuches" y de forma victoriosa había ahuyentado al malvado mago. Pero el mundo de Dyss había cambiado y la magia estaba desatada, por eso los niños del pueblo habían elegido a los más aptos para estudiar la magia del mundo y convertirlos en verdaderos magos. Nuestra heroína se encontraba enfrascada en sus estudios cuando Joan, el agricultor del pueblo, entro de golpe y resoplando en la sala de estudio de la joven maga para pedirle ayuda.
¡Todas las verduras del huerto han desaparecido! Necesito que me ayudes a encontrarlas o no tendremos para comer en los próximos días.
¡No podía ser! Otra vez la tranquilidad del pueblo estaba siendo alterada por un extraño suceso y debía descubrir el motivo. Se fue con su amigo Juan hacia el huerto para averiguar que había causado tal catástrofe.
La peque no entendía muy bien que ocurría en el huerto, no olvidemos que todavía no tiene cinco años, pero me dijo que quería usar su magia para llamar a las hortalizas y verduras del huerto.
En ese momento introduje el primer ejercicio, si conseguía terminarlo, su magia obtendría el efecto deseado y como en las anteriores sesiones tenía problemas con la letra "e", quise reforzarla en ese aspecto. Recordad que el aprendizaje también se basa en la repetición y más cuando son pequeños.
Empezó escribiendo la letra "a" y finalmente la letra "e", además de escribir tomate. Con cada línea de la "e" finalizada correctamente surgía del suelo una raíz y finalmente apareció el culpable, un tomate maligno que se había comido todo el huerto. Era un tomate malvado que se había transformado porque un desconocido le había robado la letra "E" y claro, cuando a uno le quitan letras de su nombre ya no es el mismo y se transforma, porque el nombre es muy importante. Mi hija se quedo atónita con el tomate malvado y le pregunto quién le había robado la letra, pero el tomate no se acordaba, ya no era el mismo desde que le arrebataron la identidad, pero tiene algunas imágenes en su mente que quizás le puedan ayudar, sabe que una de ellas era importante y la criatura que le robo la letra, pero no recuerda su nombres.
Elegí este momento para que hiciera una ficha en la que debía escribir el nombre de las imágenes representadas en dibujos.
Cada vez que se salía de la línea del nombre, el tomate les atacaba escupiendo semillas y salsa de tomate, la hizo reír mucho pero también se dio cuenta de que debía poner más atención y sujeto el lápiz con más fuerza.
Finalmente terminó de trabajar el trazo, le hice pronunciar cada una de las letras para que descubriera los sonidos y después de un rato empezamos a preguntarnos cual de ellos era el ladrón.
Ella sola debía descubrir el culpable y usar el razonamiento deductivo, aunque parece complejo para una niña de cuatro años, si se les acompaña en el proceso, hablándoles en un tono natural y sin presionarlos, pueden ofrecernos deducciones increíbles y sorprendernos gratamente.
Ahora sí, me despido hasta la próxima sesión del Huerto maldito y la mina de Gönhurd.
La peque no entendía muy bien que ocurría en el huerto, no olvidemos que todavía no tiene cinco años, pero me dijo que quería usar su magia para llamar a las hortalizas y verduras del huerto.
En ese momento introduje el primer ejercicio, si conseguía terminarlo, su magia obtendría el efecto deseado y como en las anteriores sesiones tenía problemas con la letra "e", quise reforzarla en ese aspecto. Recordad que el aprendizaje también se basa en la repetición y más cuando son pequeños.
Tomate Caótico Malvado |
Elegí este momento para que hiciera una ficha en la que debía escribir el nombre de las imágenes representadas en dibujos.
Cada vez que se salía de la línea del nombre, el tomate les atacaba escupiendo semillas y salsa de tomate, la hizo reír mucho pero también se dio cuenta de que debía poner más atención y sujeto el lápiz con más fuerza.
Finalmente terminó de trabajar el trazo, le hice pronunciar cada una de las letras para que descubriera los sonidos y después de un rato empezamos a preguntarnos cual de ellos era el ladrón.
Ella sola debía descubrir el culpable y usar el razonamiento deductivo, aunque parece complejo para una niña de cuatro años, si se les acompaña en el proceso, hablándoles en un tono natural y sin presionarlos, pueden ofrecernos deducciones increíbles y sorprendernos gratamente.
- Al principio pensó que era la estrella, la cual había bajado de noche y se llevo las letras volando con su polvo de estrellas. Pero lo descarto cuando le describí el lugar y le mencioné que no había restos de polvo de estrellas.
- El elefante fue su siguiente respuesta y le describí que la cerca estaba en perfecto estado y no había huellas de grandes pisadas. Con lo que me respondió que quizás uso la trompa... pero en el otro lado de la cerca tampoco había huellas y nadie había oído a un elefante durante la noche.
- El elfo fue su siguiente elección, porque era pequeñito y nadie lo hubiera visto entrar en el huerto. En ese momento el Tomate le dijo que ahora recordaba a un elfo muy pequeño, un duendecillo verde que llego durante la noche a lomos de un.... no lo recordaba... pero se llevo su letra y lo transformo.
Antes de iniciar la siguiente ficha, mi hija me pregunto si podía realizar otro conjuro para poder devolverle la letra que le faltaba, la cual no podía ser otra que la "E". Ella misma la escribió varias veces en un papel y pronuncio unas palabras mágicas que devolvieron al tomate a su estado natural.
Ahora tenía que descubrir que animal o insecto había usado el elfo para huir del huerto.
Este ejercicio era de relacionar nombres con las imágenes. No tardo en terminarlo, otra cosa fue encontrar el animal, ya que para ella todos podían llevar un duende a sus espaldas y más cuando todos los dibujos tenían el mismo tamaño. De nuevo, después de unos minutos razonando, finalmente eligió el pájaro y le bautizo como "Pajaroto" el cual era de color azul y se alimentaba de cerdos... algo que se alimenta de cerdos debe ser lo suficientemente grande para llevar a un elfo. Ahora la pregunta era ¿dónde lo había llevado? Y me suelta que le enviemos un WhatsApp para que venga a su país y así pueda ver a sus abuelos...
Finalmente no llamó por teléfono al "Pajaroto" y pregunto a los animales del bosque y a los insectos del huerto si habían visto hacia donde se dirigieron. Le respondieron que hacia el norte helado, más allá de las Montañas de la Nieve Eterna. Le dibuje un pequeño mapa y ella misma entendió que eso quedaba lejos y no podía ir andando que eso cansa mucho, así que invoco a un elefante y se fue sin dilación. El tiempo es vital.
A medida que el elefante mágico avanzaba sin parar, fueron llegando al frío norte y le recordé que dejo la aldea sin prepararse y ahora tenía mucho frío, el viento era helado y empezaba a nevar con fuerza, fue tanta la fuerza de la tormenta de nieve que la derribo del elefante y este siguió su camino, dejándola atrás. Le pregunte que haría ahora sin ropa de invierno y en mitad de la nada, Su solución, invocar un abrigo y andar por el camino aprovechando los surcos de la nieve dejados por el elefante mágico.
No tardo en llegar a una extraña aldea abandonada, sabía que ese era su destino porque las huellas del elefante habían desaparecido.
Se encontraba en el primer nivel de la mina de Görhund y era el momento de explorar los exteriores para encontrar al Pajaroto.
Al mapa le añadí una estructura adicional, un edificio en el que suelen dormir bastantes aves y que no se encuentra en el mapa de +Eneko Menica, era una iglesia con su campanario, el cual albergaba a la malvada ave. Para terminar con las fichas, le mostré su última tarea. Debía decirme los nombres de cada una de las imágenes y escribir la letra correspondiente, para finalizar debía decirme cual de ellas podía ser la casa del Pajaroto. No fue difícil, recordad que no se trata de realizar tareas complejas que puedan crear desánimo, en mi caso busco la comprensión de las letras, trabajar su trazo y luego tenemos objetivos secundarios como el reconocimiento de imágenes, pronunciación, etcétera.
Pero esa es otra historia que contaré más adelante. Sólo comentar que exploro las estancias y se encontró diez monedas de oro - Nota: Aprovecho el momento para contar hasta diez y que lo escriba los números en la hoja de personaje.
Y finalmente lo dejamos aquí, que ya llevaba un buen rato jugando y no hay que abusar del tiempo.
Agradecerle a +Eneko Menica el estupendo trabajo realizado en la Mina de Gönhurd, el cual puede ser adaptado con suma facilidad a cualquier edad y su funcionamiento permite un uso ágil y rápido de todo su contenido, además de ofrecernos espacios para ampliar su historia o mejor dicho, anotar pequeñas referencias y detalles. Tampoco es que se pueda escribir el Quijote en ellos, pero que resultan muy útiles para el DJ. Pero si la adquieres con afán coleccionista, mejor no escribas en ella que tiene unos acabados muy buenos y sería una pena llenar los espacios vacíos.
A medida que el elefante mágico avanzaba sin parar, fueron llegando al frío norte y le recordé que dejo la aldea sin prepararse y ahora tenía mucho frío, el viento era helado y empezaba a nevar con fuerza, fue tanta la fuerza de la tormenta de nieve que la derribo del elefante y este siguió su camino, dejándola atrás. Le pregunte que haría ahora sin ropa de invierno y en mitad de la nada, Su solución, invocar un abrigo y andar por el camino aprovechando los surcos de la nieve dejados por el elefante mágico.
No tardo en llegar a una extraña aldea abandonada, sabía que ese era su destino porque las huellas del elefante habían desaparecido.
Se encontraba en el primer nivel de la mina de Görhund y era el momento de explorar los exteriores para encontrar al Pajaroto.
Al mapa le añadí una estructura adicional, un edificio en el que suelen dormir bastantes aves y que no se encuentra en el mapa de +Eneko Menica, era una iglesia con su campanario, el cual albergaba a la malvada ave. Para terminar con las fichas, le mostré su última tarea. Debía decirme los nombres de cada una de las imágenes y escribir la letra correspondiente, para finalizar debía decirme cual de ellas podía ser la casa del Pajaroto. No fue difícil, recordad que no se trata de realizar tareas complejas que puedan crear desánimo, en mi caso busco la comprensión de las letras, trabajar su trazo y luego tenemos objetivos secundarios como el reconocimiento de imágenes, pronunciación, etcétera.
Pero esa es otra historia que contaré más adelante. Sólo comentar que exploro las estancias y se encontró diez monedas de oro - Nota: Aprovecho el momento para contar hasta diez y que lo escriba los números en la hoja de personaje.
Y finalmente lo dejamos aquí, que ya llevaba un buen rato jugando y no hay que abusar del tiempo.
Agradecerle a +Eneko Menica el estupendo trabajo realizado en la Mina de Gönhurd, el cual puede ser adaptado con suma facilidad a cualquier edad y su funcionamiento permite un uso ágil y rápido de todo su contenido, además de ofrecernos espacios para ampliar su historia o mejor dicho, anotar pequeñas referencias y detalles. Tampoco es que se pueda escribir el Quijote en ellos, pero que resultan muy útiles para el DJ. Pero si la adquieres con afán coleccionista, mejor no escribas en ella que tiene unos acabados muy buenos y sería una pena llenar los espacios vacíos.
Ahora sí, me despido hasta la próxima sesión del Huerto maldito y la mina de Gönhurd.
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