Esta es mi valoración y opinión personal del salón del cómic de este año.
Todos los miembros de "Rol en familia" nos preparamos para salir hacia el Salón del Cómic a la nueve de la mañana. Personalmente estaba muy ilusionado, sería la primera vez que vendrían mis sobrinos, junto con sus padres. No importaba que llevará 18 horas sin dormir o que al final me desperté un viernes a la una del mediodía y me acosté el sábado a las once de la noche.
Como he dicho, salimos a las 9 de la mañana, la peque ya llevaba la ropa de Rey de Star Wars y su espada láser. Habíamos desayunado y con la mochila preparada nos dirigimos a Barna. En la mochila siempre llevamos ropa de recambio para la peque y añadí el Fanhunter Classics - Konstantin Saga - para que lo firmará Cels Piñol. Nunca sabes cuando necesitarás ropa de recambio y más cuando el cielo amenazaba lluvia y eso fue lo que tuvimos: lluvia y fría, muy fría.
Llegamos a Barcelona por la Diagonal... Iluso de mí, esperaba poder encontrar aparcamiento, era pronto y el partido del FCB no era hasta pasadas las 4 de la tarde... ¿Qué me encuentro? Carteles de prohibido estacionar, aparcar o detenerse un segundo para preguntar, en el que se podía leer "Evento deportivo" ¡Shit! A cagar a la vía. Toca pagar... No queda otra, ir hasta la zona del "Palau de Firal" y meterse en el interior de un devora coches y dinero... Sí amigos, esos temibles parkings que tal cual entras te indican el precio del minuto y el computo total de la hora, en que el único consuelo que queda es decir: "Es sólo un día"... ¡3'50€!
Salimos y ya llueve, poco pero lo hace. Toca hacer la cola de rigor, ese circuito de vallas metálicas en el que parecemos borregos y animales de granja... algunos de forma literal porque van disfrazados con esos pijamas que intentan emular a un pokemon.
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Bueno, que entramos. Como cada año los camiones de comida, esta vez más repartidos. No hay ninguna carpa en mitad de la plaza y queda todo muy vació, muy frío... Una pena. El año anterior la exposición de vehículos de cómic fue una pasada.
Decidimos ir directos a la zona de... Bueno, los carteles indicativos, no eran muy indicativos. Así que usamos el mapa que va en una pequeña revista A5 que nadie lee. Ya podrían hacer simplemente un mapa en un A4 como un triptico, así se ahorra en papel y facilita mucho más las cosas al usuario.
Miramos alrededor, edificio 2, 4 y 5... Miramos el mapa y recuerdo que Joan Tretze y Andrés Palomino compartieron esta imagen...
Mucha gente en la entrada, más vallas, me siento un borrego... Bueno, entramos dentro. Mi hija ya tiene los ojos abiertos como platos. Un par de stromtroopers la saludan y le indican que hay un concurso de disfraces de Star Wars en uno de los pabellones. Este año han concentrado las asociaciones en un pabellón y creo que fue un acierto.
Nos movemos por el primer pabellón ocupado por... bueno, de todo un poco y algo caótico. En el lado derecho los "artistas" y "fanzines", en el izquierdo los expositores de las editoriales, tiendas, promocionales de las películas que están por llegar, puestos de venta... y poco más. La sensación es que había menos que el año pasado. Eso fue el primer vistazo.
Saludamos a Tretze y Palomino, en plena vorágine de firmas personalizadas con dibujos y saludos a los seguidores de su trabajo. que se acercaban al stand para recoger sus recompensas o adquirir uno de los números anteriores. Por suerte, este año tenían una mejor localización que en el anterior, ya que concentraron los puestos de los artistas en la misma planta que los autores y puestos de venda más mainstream. Eso me planteo la pregunta ¿Este año había menos artistas independientes? Puede ser...
Al lado de la zona de los "Artistas", estaba la sección <<Cómics Kids>> una gran nave dónde se realizaban talleres de dibujo para toda la familia. Un acierto, tanto para los niños como para los propios autores que podían promocionar su trabajo directamente al público al que va dirigido. En nuestro caso, participamos en taller "Curso de cómic: Fiz" impartido por Kiko Da Silva. Muy ameno y familiar, la peque disfruto mucho al descubrir que podía dibujar mucho mejor de lo que se imaginaba.
Y en un momento llegó el mediodía, salimos al exterior para picar algo y el primer problema. La lluvia, los escasos puestos de comida y las largas colas de gente que no podían salir al exterior, ya que la organización no permitía que regresaran. Si sales no vuelves. Si es por cuestiones de seguridad... vamos a ver, vendes unas entradas, hay un aforamiento máximo igual a las entradas vendidas. Entonces que más da si vuelven a entrar. No se incumplirá la normativa del aforo, porque esa gente ya tenía su entrada y nadie ocupo su lugar. Dejad salir a la gente ¡Por Dios! Ya me centraré en ello más adelante, que tiene tela el asunto.
Después de un rato bajo la lluvia para comprar unas patatas fritas y poco más, esperamos la llegada de mi hermana, mi cuñado con mis dos sobrinos en la zona de mesas (pocas y muy pegadas entre ellas).
Visitamos la zona de las asociaciones. Son una pasada. Tanto la Asociación de Star Wars de Catalunya, como la veterana 501, había tres asociaciones de Star Wars, una de Star Trek, otra de Stargate con muy pocos miembros y mucha gente disfrazada. Los niños se les iban los ojos al ver tanto disfraz. El ambiente era muy bueno y al estar todo unificado, permitía ver a las asociaciones en todo su esplendor y no eclipsados por puestos de cómics o autores. Allí ibas para hacerte fotos con los peques en los escenarios montados y era de agradecer, porque la sala no estaba masificada por otros puntos de interés y aunque los pasillos del salón son muy amplios, pudiendo transitar por ellos sin empujones y sin realizar tiradas de esquiva cada dos metros, fue un detalle que no mezclaran géneros frikis.
Después de las fotos y las risas, regresamos al interior para que vieran el salón del cómic, el anuncio de Han Solo, con un concurso de imitar un Wookie (un póster de regalo) el de Infinity Wars, sin concurso pero con un espacio para hacerte fotos con fans disfrazados de héroes Marvel.
Mención al cartel publicitario de Han Solo, donde podías hacerte una foto. No tengo la mía... La silla es de cartón y si me llego a sentar, seguro que la aplasto y quedo retratado para toda la vida como "El tipo que destrozo el cartel de Solo".
Después de la ronda alrededor de todo el pabellón 2 y poner ojos como platos con cómics, figuras y productos varios. Me acerque al stand de Cels Piñol y charlamos unos minutos, me firmó el cómic y hablamos sobre como inflan el precio de sus cómics en puestos de segunda mano. ¡Yo no pienso vender ni uno! Antes me los quitarán de mis manos inertes y frías. Pasados unos minutos de esta charla me acerque a un puesto de cómics, uno de los pocos en que vendían números antiguos y se me rompió el alma... Era un puesto de especulación, no vendían cómics, era todo dinero, sucio y burdo. La gente incluso se acercaba a regatear con el tipo de la tienda, porque tenía un número que tal... mierda. Ese no es mi mundo. Realmente me sentí mal y más cuando en una estantería pude ver el recopilatorio (no original) de la Era de Apocalipsis y que Planeta DeAgostini recupero en unos tomos duros que se vendían en los quioscos y pedían ¡¡¡200€!!!! A la mierda. Yo tengo los originales de la Era del Apocalipsis y tres tomos de la reedición. No valen eso, pero es el precio que la gente debe estar dispuesta a pagar. Estoy escribiendo y siento náuseas.
Nada, que nos alejamos y ya era la hora de comer y amigos míos, llego el gran problema. Si alguien de Ficomic me lee que se prepare.
No daban para tanta gente. Ojo que la comida era buena y con el precio que suelen tener estos puestos de comida, pero con opciones limitadas y si eres celiaco te jodes, si tienes intolerancia a la lactosa te jodes dos veces y así... Luego esta que a mediodía apenas les quedaba comida. Muchos de sus bocadillos o hamburguesas se habían agotado y claro... dónde vas a comer si ¡¡¡NO SE PUEDE SALIR!!!! Y los niños, ¿Qué? AJO y AGUA. Muy mal señores de Ficomic, muy mal. Faltaron mesas para que toda la gente se pudiera sentar a comer, muchos lo hacían en el suelo (mojado) por la intensa lluvia y los que traían la comida, lo hacían empapados. El motivo era que los puestos de comida estaban al descubierto y por mucho paraguas que llevarás, después de media hora de cola para comprar un par de salchichas, terminas empapado de todas formas. Mal, muy mal y con poca previsión. Espero que el próximo año pongan más puestos de comida, más puestos para comer y tengan en cuenta la previsión del tiempo y pongan una carpa o algo. Pero si todo eso no es posible.. ¡Dejen salir a la gente para que coma fuera!
Otro pequeño detalle es que al Salón acuden cada vez más familias. Eso es bueno y se vio reflejado en la zona para niños, con muchas mesas y actividades para ellos, pero ninguna pensada para que los más pequeños pudieran descansar, ni una siesta... el año pasado la gente dormía un poco en el stand de Wonder Woman que tenía unos "pufs", pero en esta ocasión ni eso... El resultado, padres y madres con niños y niñas de entre res y cinco años (aproximadamente) durmiendo entre los brazos, al no tener ningún lugar donde hacerlo y poder vigilarlos. Claro que cuando son tan pequeños que van en mochila o coche de bebé, no hay problema, pero cuando ya pueden andar... Por eso, espero que la próxima edición, tengan un espacio para los niños más completo.
Bueno, que entre todo lo malo, prefiero quedarme con lo bueno. Los tres peques de la familia disfrutaron mucho, mucho, mucho. Se hicieron fotos, jugaron por los anchos espacios del salón, corrieron detrás de una pareja de Tiranosauros Rex y se fueron con la firme promesa de regresar el próximo año. Al menos ellos disfrutan el Salón como yo lo hacía a los 20, con los ojos de un niño.
Ahora, como me dijo en plan broma Tretze y Palomino... sólo soy un Hater.
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